viernes, 18 de diciembre de 2009

A la mitad del camino

Cuando llega esta época del año, todos echamos una mirada a lo que fue el recorrido que hicimos en el período de tiempo que está por concluir. Seguramente se mezclaran
recuerdos agradables, situaciones que preferimos olvidar, buenas y malas, blancos, grises y negros, perdidas y ganadas.

Si trasladamos este balance a nuestro querido club, no esta tan alejado de estos calificativos. Desde una gris incertidumbre en el comienzo, hasta un negro profundo
en lo institucional y en lo deportivo en la mitad a una blanca esperanza al finalizar. Los tatengues sabemos de lo irregular que son nuestras emociones. En un supuesto
“electro cardiograma” del corazón unionista el impresor recorrería en forma continua y veloz ambos márgenes del papel…

Dicen que hay que tocar el fondo del mar para tomar impulso y salir a flote. Yo no creo mucho en esa teoría pero quien duda que en una etapa de este 2009 estuvimos bien
abajo en todos los aspectos de la vida rojiblanca. Sin rumbo en lo institucional, mal en lo deportivo, desánimo total en la hinchada. El primer paso fue el más
importante, un grupo de unionistas tomó el timón y enderezó el rumbo en el aspecto dirigencial. Se designó un director deportivo y un cuerpo técnico con profundas raíces
tatengues para que condujeran el futbol, termómetro principal del club, y se comenzó una nueva etapa que hasta ahí era total incertidumbre sobre el protagonismo que
íbamos a tener en el torneo. Los refuerzos fueron elegidos con precisión quirúrgica, no se podía fallar. Algunos nombres conocidos del ascenso, algunos desconocidos de
la primera división y de ligas lejanas, otros con pasado glorioso en la Avenida, otros no tanto y un plantel anterior que conocíamos ampliamente. La confianza era plena
y veíamos las primeras fechas con optimismo y con algo de temor ante la dificultad que nos presentaba el fixture.

El comienzo no pudo ser mejor, buen rendimiento de visitante y de local. Como no ilusionarse, como no sentir en la piel la sensación de que estábamos ante algo
importante viéndolo al tate en la punta de un torneo… Tuvimos algo de suerte, empates agónicos, penales errados por los rivales y una goleada para seguir soñando. El
invicto que quedó en Córdoba y la recuperación inmediata en el 15 de Abril. La irregularidad empezó allí a marcar al equipo que de local era imbatible y de visitante
un equipo sin poder defender su posición en la tabla. Así fuimos llegando al final de este 2009, una de cal y una de arena, un vaivén sin paradas intermedias, todo o
nada, triunfos sólidos ante rivales importantes o derrotas amargas ante rivales de menor fuste.

Estamos parados a la mitad del camino. Si nuestro equipo encuentra la recta segura y directa de la regularidad, en cuanto a su rendimiento dentro y fuera del 15 de
Abril, estaremos en presencia de una campaña para recordar, como la del ´89 o del ´96, pero si tomamos el sinuoso sendero de la inseguridad, el objetivo estará cada
vez más lejano.

Tenemos que tomar el camino que nos han demostrado que es más fácil y seguro para lograr una meta soñada, trabajo diario, orden en todos los aspectos, equilibrio,
mentalidad y actitud ganadora. Todos tenemos que estar cerca del equipo y seguir apoyando desde el lugar que nos toca. Desde la tribuna, la radio, internet, un micrófono
o un teclado expresemos nuestros sentimientos, porque sabemos que ser tatengue es algo muy especial y es bueno hacerlo saber a cada momento de nuestras vidas…

Un abrazo tatengue. Seba de Maria Grande

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